Íbamos tarde. El agotamiento del día anterior hizo que se nos pegaran las pestañas. Llegamos justo cuando estaba empezando Alphabetics, y para tan temprana cita ya había una congregación considerable, otra prueba más en contra de los que condenaban el Festival desde antes que empezara. Para un grupo pequeño, uno de los retos más grandes es saber desarrollarse en un escenario amplio, y los muchachos lo lograron*.
El sol que aguanté con Bomba ya me estaba pasando la factura, entonces me dirigí al stand de prensa a resguardarme. A 424 los escuché apenas de pasada a mi destino. El día anterior me había jurado a mi mismo no volver a ninguna conferencia de prensa, pero en eso anunciaron que le tocaba el turno a Bomba Estéreo y no pude resistirme. No estuvo tan mal, a excepción de aquel locutor que osó compararlos con Carlos Vives, a quien describió como experimental. Yo aproveché para preguntarles por sus artistas favoritos del catálogo de Discos Fuentes, potencia musical colombiana, a lo que felizmente me respondieron con Joe Arroyo, Lucho Bermudez, La Niña Emilia y Fruko, entre otros.
El siguiente par de horas me tuve que quedar en el toldo a causa de lo que llamaré por el momento simplemente como un incidente diplomático, por lo que me perdí a Sonámbulo, y Colornoise. Cristo si vió a Sonámbulo y me salva la tanda.
Sonámbulo
por Cristobal Serrá.
"Sonámbulo es una de las pocas bandas nacionales que no conocía. Había escuchado canciones de su disco pero su fuerza real está en el show en vivo.
Usted no conoce a Sonámbulo hasta que los vio en vivo.
Era el segundo día y mi cuerpo no podía más, mis anteojos se quebraron en el concierto de Flaming Lips, razón por la cual no pude meterme al mosh de Sonámbulo; el cansancio, el exceso de polvo y el sol no impidieron que me sumergiera en el show y disfrutara de su música. Me impresionó la capacidad que tienen de conectar con su público puesto que todos entraban como en una especie de trance extraño que me recordó a un documental sobre rituales espirituales en Cuba."
Entretanto a mi me tocó presenciar un bochornoso incidente entre La Mala y un periodista de La Nación, y a Maricruz Leiva siendo su bullicioso ser. Suficiente, hora de huir.
Una vez evadido el inconveniente, pasé por la tarima Este donde se encontraba La Mala Rodriguez. No estuvo mal, pero algo no hizo clic. El público estaba un poco apagado, o no familiarizado, por lo que La Mala pasó pidiéndoles que se animaran. Su material más reciente, menos agresivo, tampoco ayudó a este hecho.
TV On The Radio, que puedo decir, otro punto alto. Hubo un poco de todo de sus discos, desde el funk de Golden Age hasta la redentora Wolf Like Me, y no puedo decir mucho más porque terminaron su presentación con esa, con un atardecer color rojizo alucinante de fondo, para el momento más mágico de los dos días. Lo siento mucho por los que no estuvieron.
Cualquier persona que haya escuchado el Entroducing y no haya tenido que recoger su quijada del piso, no tiene alma. Fue el único artista que tuvo un retraso. Al parecer era algo técnico, porque los plomos pasaron traveseando cables como por media hora después de lo estipulado. Admito que me hubiera gustado ir a ver el show de Skrillex, pero los vertiginosos sub-bajos llegaban hasta donde estábamos, entonces por lo menos me hice la idea. Buena parte del show de Shadow se basó en sonidos influecniados por el Drum & Bass, algunos temas de su sampledelia, y unos coqueteos con el dubstep que no pasaron a más, por suerte. Presenciamos una sesión impromptu de breakdance en medio Bosque a cargo de unos entusiasmados Bboys que levantaron un polvasal, y en general todos salimos muy contentos.
El set de A-Trak se decantó hacia el disco y house, cosa inesperada considerando que es más conocido por sus producciones en hip hop. No reconocí mucho salvo su remix de The Rapture, pero estuvo entretenido.
Cuando me di cuenta de que los LMFAO eran familia de Berry Gordy de la Motown (soy fan declarado), me prometí a mi mismo no perdérmelos. Escribí mis experiencias aquí, y como no puedo refrasearlo mejor que eso que puse, mejor no gasto el espacio por acá.
A Moby lo escuché de lejos, mientras me comía el arroz con cerdo con la menor proporción de cerdo de la historia.
Fin.
EN RESUMEN
Lo bueno: puntualidad en los horarios, buen sonido a través de todas las tarimas y artistas. Variedad y cantidad de puestos de comidas, bebidas y tiquetes que evitaron las filas y molotes de ediciones anteriores. Servicios sanitarios bien distribuidos.
Lo malo: Había una fuga de agua cerca de la tarima del bosque, esto no solo creo un barrial en una parte sinó que también despedeia mal olor. No se veía mucha o nada de seguridad en el area de conciertos, y escuché un par de historias de celulares robados. El acceso y salida de La Guácima ya deporsí es complicado, pero el sábado por alguna razón estaba cerrada la salida a la pista, enviándonos a todos en una caravana interminable por calles estrechas durante horas.
Lo feo: la gente que a pesar de tener cantidad de basureros por doquier, tira la basura en el suelo. Que feo eso.
Fotos (esta vez sin glitches, pero igual movidas y de baja resolución) por Daniel O. Excepto * robada del sitio oficial de Imperial
También escribí algunas reseñas del Festival Imperial para el sitio 89decibeles. Acá pueden leer la del domingo, junto a opiniones de otros seres distinguidos que articulan mejor que yo. Incluye fotos profesionales y videos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario